Todo es medible, todo se puede evaluar, simplemente hay que tener claro tres preguntas: ¿Para qué quiero evaluar?, ¿Qué quiero evaluar?, ¿Qué metodología de evaluación necesito?. Aquí te presentamos algunas ideas que pueden orientar tus necesidades de evaluación.
Si quieres saber si tu programa de responsabilidad social, modelo de intervención o política pública está bien elaborada, tiene consistencia metodológica, tiene claridad en su planteamiento o cumple con los requisitos mínimos de diseño de programas sociales, entonces requieres de una Evaluación de Diseño.
Si quieres saber el rendimiento social de tus donaciones, co-inversiones sociales, o si el dinero que inviertes en la política pública, programa de responsabilidad social o modelo de intervención es social, económica o ambientalmente rentable; entonces tu mejor opción es la Evaluación de Tasa de Retorno Social sobre la Inversión (SROI, por sus siglas en Inglés). Solamente un consejo, hay cerca de 150 variantes metodológicas de SROI, así que acércate a quienes sabemos sobre el tema para ver cuál de ellas es la que se ajusta a tus necesidades.
Si quieres saber si tu programa de responsabilidad social, política pública o modelo de intervención social está dando los resultados que te planteaste o que esperas, entonces necesitas una Evaluación de Resultados.
Si lo que quieres saber es en qué medida los resultados obtenidos de tu programa de responsabilidad social, política pública o modelo de intervención social se deben a tu organización, es decir, en qué medida tu organización es responsable de esa transformación de la realidad que te propusiste, entonces necesitas una Evaluación de Impacto.
Finalmente si lo que quieres saber es en qué medida las cosas se están haciendo conforme a lo que planeaste, te sugerimos una Evaluación de Procesos en la que podrás identificar duplicidades, cuellos de botella, destinatarios principales de los esfuerzos de cada área, entre otros.
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